Quienes amamos a los gatos y disfrutamos de su compañía cargamos con la sombra de la TOXOPLASMOSIS y los trastorno que este parásito acarrea a los humanos.
En tiempos recientes y debido a la nueva tecnología científica se ha logrado mayor información sobre este mal y la forma de evitar que entre a nuestros gatitos y nos dañe a nosotros también.
¿Qué es el Toxoplasma y cómo él
infectar a los humanos?
Toxoplasma gondii es un parásito
microscópico, cuyo principal anfitrión es el gato de la casa (aunque el Toxoplasma
es capaz habitar en mayoría de los mamíferos de sangre caliente), los gatos son
quienes recogen con mayor frecuencia este parásito por comer carne cruda que
pueda estar infectada o bien por el consumo de una rata o ratón que lo estén.
Sin embargo, Toxoplasma sólo puede
crear huevos dentro del entorno que el gato le proporciona, ya que el parásito exporta sus huevos en los procesos
biológicos del gato (hases fecales).
Por lo general durante 10-14 días el gato que ha sido infectado arrojará millones de huevos de toxoplasma
o "oocistos" en su popo.
Los seres humanos igual pueden
infectarse a través de consumo de carne mal cocida, cordero particularmente o
al entrar en contacto con el agua, el suelo o las verduras que han sido contaminados
por heces felinas.
El abandono de los gatos
domésticos no es la respuesta a Toxoplasma
Es importante hacer hincapié en
que los gatos de interior presentan poco riesgo de infección por Toxoplasma, y
entre más transite un gato por diversos lugares, mayor es el riego.
Algunos científicos frecuentemente
sugieren mantener a los gatos fuera del hogar durante el embarazo y cuando los
bebés son pequeños. Igualmente han señalado que en realidad los gatos sólo
derraman ovocitos alrededor de dos a
tres semanas de su vida, después de lo cual es poco probable que vuelva a
infectarse, y este período suele ocurrir cuando los gatos son jóvenes y han
comenzado a mostrar comportamientos de caza. Los gatos que han sido esterilizados también
muestran riesgos menores; existe un renovado impulso a entender y poner de
relieve los peligros que este parásito puede plantear.
Estudios recientes han mostrado
que las mujeres con evidencia serológica de exposición a Toxoplasmosis
mostraron una correlación positiva entre los niveles de inmunoglobulina G y el
perfil de la depresión de su estado de ánimo, y esto se agrava aún más en las
mujeres embarazadas.
Otro estudio publicado en la revista
Archives of General Psychology encontró que las mujeres infectadas por
Toxoplasma pueden tener un mayor riesgo de suicidio. En este estudio
participaron 45.000 mujeres de Dinamarca y hallaron que los que aquellas
infectadas con este parásito, eran 1,5 veces más propensos a cometer suicidio. "No
podemos decir con certeza que el T. gondii causado a las mujeres que tratan de
matar", dijo Teodor Postolache de la Universidad de Maryland Escuela de
Medicina, autor principal del estudio, pero si existe mayor riesgo.
Estudios anteriores mostraron los
vínculos entre la toxoplasmosis y enfermedad mental y con ello se refuerza la
idea de que las mujeres embarazadas
deben evitar limpiar las cajas de arena de sus mascotas pues el parásito no es
tan raro como quisiéramos que fuera.
De acuerdo con el CDC, algunas
personas desconocen que están infectadas porque nunca muestran síntomas en
su sistema inmunológico.
Lo más recomendable es mantener el
contacto con el veterinario para que se tomen todas las precauciones y en caso de embarazo comunicar a nuestro
ginecólogo sobre nuestra cercanía con los gatos.
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