Esta es la historia de dos gatitas hermanas, bautizadas con el mismo nombre, no me pregunten por qué...
Mi hija Daniela ha sido la encargada de elegir el nombre a cada gato que llega a casa en los últimos años, y ella quiso llamarlas igual a las dos: "Las Jinxys"
Las Jinxys cumplirán 10 años a finales de éste, y durante ese largo tiempo, cada una de ellas ha mostrado su increíble personalidad gatuna; distinta una, de la otra.
Las podemos distinguir porque simplemente son DIFERENTES. Una es totalmente gris (como la vemos en la foto superior) y de carácter agresivo y decidido. La otra Jinxy es pinta en tonos de gris y blanco, como la vemos en esta foto, y es un verdadero dulce.
Un día de otoño, una gata se metió al cuarto de lavar en mi casa, y tuvo a 5 gatitos.
Nunca supimos por qué eligió nuestra casa, pero si entendimos que el cuarto de lavandería estaba calientito y con poco movimiento. Ahí nacieron las Jinxys.
Como suele ocurrir, en el momento que la familia comenzamos a acariciar y cargar a los gatitos, la mamá se molestó. Un buen día se los llevó y comenzamos a jugar a las escondidas. Ella los escondía y nosotros los encontrábamos, y así pasaron algunas semanas.
Llegaron los primeros fríos al acercarse el invierno y la gatita loca continuaba con su juego peligroso. Un día cercano a la navidad, ya no encontramos el nuevo lugar secreto pues se llevó a los gatitos lejos de mi casa. Una tarde, mientras una maquina desmontadora de hierba comenzó a limpiar un lote baldía casi enfrente de nuestra casa, sentí temor por los gatitos. Cuando terminó su turno,y hubo un poco de silencia, mi hija Daniela y yo nos acercamos al terreno que estaba cercado con una barda alta, y pudimos escuchar un maullidito muy bajito. Eran los pequeños y estaban llorando de hambre y miedo.
Hubo que traer una escalera alta para que Daniela pudiera brincar y seguir el llanto gatuno para poder rescatarlos. Ya soplaba un viento frío y se anunciaban bajas en la temperatura.
Gracias a Dios las encontró, las cargó y me las pasó por las barda y luego ella pudo brincar de nuevo para regresar. Ya estaban solo las dos gatitas que ese día bautizamos con el nombre de Jinxys; los hermanitos y su madre, ya no supimos nunca cuál fue su destino...
Ya se cumplirán 10 años y las gatitas Jinxys son parte importante de nuestras vidas.
Aunque nunca lograron formar parte de las predilectas que han vivido adentro de casa, y duermen en mi cama, ellas han reclamado su su jerarquía.
Ellas pasan el día en el jardín y la terraza de la casa y en la noche entran a dormir al cuarto de lavandería en donde nacieron.
La Jinxy gris nunca ha dejado de aprovechar las oportunidades de entrar y esconderse en algún rincón...como hemos podido entender a lo largo de estos años, los gatos no aceptan que tomes decisiones por ellos, son ellos quienes han de tener la última palabra...
¿Curiosos NO?
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